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  ENTREVISTA

 


Abril 2014
“El arbitraje es imprescindiblemente necesario”

El Dr. Guillermo Moreno Hueyo, árbitro y consultor del estudio Solanet Moreno Hueyo & di Paola, fue profesor adjunto de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de 1978 a 2008 y pro titular de Legislación General e Impositiva en la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica Argentina. Considera que es necesaria la difusión de las especializaciones en Derecho para el desarrollo del arbitraje.

El Dr. Guillermo Moreno Hueyo posee buena carrera como árbitro; es consultor del estudio Solanet Moreno Hueyo & di Paola, profesor adjunto de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social entre 1978 y 2008, en la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica Argentina y ejerció como director y vicepresidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires (1989 - 1993).

En su opinión, la característica más valiosa del árbitro “es la templanza”. Y, dentro de los complementos de esta característica, la contención ofrecida a las partes. “Creo que son los dos elementos que más colaboran en un arbitraje, así como en una mediación, máxime en los casos en que juegan alguna dosis de enojo personal entre las partes".

Por eso, la estrategia que tuvo mejores resultados para el Dr. Moreno Hueyo a la hora de resolver exitosamente un arbitraje es tratar la conciliación como primera medida e insistir en ella cuantas veces fuera necesario. “Considero imprescindible invitar a las partes a conversar entre ellas con la mejor predisposición personal, hasta donde sea posible”, asegura.

Para acercar a las partes cuando el conflicto parece irreconciliable, son necesarias las conversaciones previas del árbitro o mediador con los abogados de las partes; el objetivo es darles impresiones sobre la índole de la cuestión sometida a debate y la complejidad eventual del proceso, sin que ello signifique adelantar opiniones que deban volcarse en el laudo definitivo.

En el arbitraje más difícil de su carrera, cuando las dos partes le solicitaron al Dr. Moreno Hueyo su intervención, el sistema de mediación y arbitraje estaba en sus comienzos y sin reglamentación alguna. Por ello, estuvieron de acuerdo -eran dos comerciantes, personas físicas- en aplicar las normas del juicio arbitral contenidas en el Código Procesal. Se trataba de una cuestión de puro derecho de orden comercial, por lo que luego de las presentaciones recíprocas se acordaron los puntos del arbitraje y se dictó el laudo. “Creo que la definición resultó adecuada, porque ambas partes, que se habían retirado el saludo antes del juicio, fueron socios en empresas prósperas por más de veinte años”, recuerda con satisfacción.


Preparación, ilustración y especialización

“El arbitraje como medio alternativo de resolución de conflictos empresariales en la Argentina es imprescindiblemente necesario”, explica el Dr. Moreno Hueyo; y agrega que los tiempos y los gobiernos transcurren sin que el funcionamiento formal de la Justicia muestre un mejoramiento. Si esto vale para los conflictos personales, mucho más debe notarse para las relaciones empresarias, de negocios complejos de por sí y de mucha trascendencia económica.

Entre las mayores dificultades que ve el entrevistado hoy para el desarrollo exitoso del arbitraje haría especial hincapié en la preparación e ilustración de los árbitros, fomentando especializaciones en las diversas ramas del Derecho; “fundamentalmente desarrollaría la capacitación en materia de negocios comerciales que, en el ámbito empresarios, son los conflictos más frecuentes.” Acota que para el Centro Empresarial de Medición y Arbitraje es este aspecto el de mayor empeño; y se incluye también personalmente en la necesidad de lograr cada vez más ilustración y conocimientos.