Julio 2017
“La única vía para prevenir los conflictos y la violencia es la educación”

Dialogamos con la Dra. María Cristina Klein, Abogada, Procuradora y Mediadora, actualmente a cargo del Centro de Mediación del Departamento de Práctica Profesional de la Universidad de Buenos Aires, sobre el funcionamiento de este Centro que realiza alrededor de dos mil mediaciones al año.
Medyar: ¿Cómo fueron los inicios del Centro de Mediación del Departamento de Práctica Profesional de la Universidad de Buenos Aires?
M.C.K.: El Centro surgió en el año 1996, cuando se sancionó la Ley de Mediación (N° 24.573) que entró en vigencia en ese mismo año. En ese momento, se nos presentó un gran desafío, porque la mediación prejudicial pasó a ser obligatoria y desde el servicio el Patrocinio Jurídico gratuito de la Facultad de Derecho -donde hacen las prácticas los futuros abogados- recibimos una enorme cantidad de gente. En los comienzos, la mediación era un procedimiento muy costoso por los aranceles que había que pagar, honorarios y gastos de envío de cartas documento. Nuestros clientes, en mayor medida gente de bajos recursos, no podían afrontar estos costos. En ese entonces, yo era Jefa de Trabajos Prácticos y era parte de un pequeño grupo de abogados que éramos mediadores y ofrecimos a armar este Centro para nuestros consultantes.
Con los años fuimos creciendo, adaptándonos a diversas circunstancias, hasta el día de. Actualmente, estamos trabajando junto al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación sobre parte de la reglamentación de última reforma la ley N° 26.589 de 2010, donde se considera a los Centros Gratuitos de Mediación.
Medyar: ¿Cuántas mediaciones realizan anualmente en el Centro?
M.C.K.: No recuerdo los números exactos, pero el año pasado se desarrollaron alrededor de dos mil casos. Esto, con la salvedad de que nosotros trabajamos en este espacio, solo los días miércoles, es decir, un día en la semana. Hay días en los que tenemos más de 30 mediaciones. Somos uno de los centros de mediación gratuitos que más mediaciones realiza en la Capital Federal y, por ende, que más personas atiende, asesora y patrocina. Al ser un Centro donde intervienen varios mediadores, en caso de que quien está asignado no puede asistir lo reemplaza otro. Aquí no se mueve otro interés que el de ayudar a los demás.
Medyar: ¿Cómo fue evolucionando el Centro desde sus inicios en 1996 hasta la actualidad?
M.C.K.: El Centro ha evolucionado mucho y de forma enriquecedora. Siempre se ha caracterizado por ser una institución modelo. Hemos compartido y tenido muchos intercambios con la Dra. Gladys Álvarez y la Dra. Elena Highton de Nolasco y frecuentemente recibimos visitas de expertos de otros países. Además, siempre estamos actualizados, dictando cursos y asistiendo a congresos.
Nuestro servicio es pionero en el trabajo interdisciplinario. Nuestro equipo cuenta con una psicóloga y una asistente social, formadas en materia de mediación por la Fundación Libra, que son de gran ayuda, sobre todo en casos de familia.
Medyar: ¿Cómo evalúa el estado de la mediación pre-judicial en Argentina?
M.C.K.: Además de dirigir el Centro, trabajo de forma privada en mi estudio en su mayoría casos de mediación. Tengo muchos años de experiencia y he visto una gran evolución de la mediación en Argentina. A comienzos de la década del 90, los mediadores éramos muy cuestionados por parte de otros abogados, que sostenían que no sabíamos de Derecho. Desde ese lugar hemos ido avanzando a paso lento pero firme. Hoy puedo decir que recibo con satisfacción el llamado de abogados para consultarme si sus casos pueden abordarse a través de la mediación.
Medyar: ¿Cómo se trabajan los casos de violencia desde la mediación?
M.C.K.: Actualmente estamos trabajando e investigando sobre casos de violencia que involucran niños y adolescentes. La Ley de Mediación es estricta en eso, y establece que no se puede mediar en casos de violencia. Claro que no podemos ignorar esta disposición. Sin embargo, la violencia es transversal en la sociedad y aquí se reciben muchos casos de conflictos familiares, vecinales, entre otros. Por ello, cuando llegan este tipo de casos, lo que hacemos es pedir que nos avisen si hay un pedido de restricción o una medida precautoria. Asimismo, desde hace unos años en algunos casos se solicita al juez la autorización a realizar la mediación, con los recaudos pertinentes.
Creo que la única vía para prevenir los conflictos y la violencia es la educación. Por esto, la mediación debería hacerse obligatoria en los colegios.
Medyar: ¿Podría compartir alguna experiencia de mediación que le haya resultado significativa?
M.C.K.: Si bien he participado de muchas mediaciones, la primera para mí fue muy significativa. Hace unos años, cuando se sanciona la Ley en el año ´96, me llega la notificación de que había sido designada en un caso, donde participaban un actor cómico y una importante empresa. El conflicto entre las partes había surgido en el marco de la fiesta de fin de año de esta compañía, en la cual el actor contratado había realizado algunos chistes que por algún motivo ofendieron al dueño de la empresa, quien se rehusaba a pagarle los honorarios.
En la primera audiencia, me encontré con los representantes legales de ambas partes y frente a la exposición del abogado de la empresa que mencionaba que tenía prohibido llegar a un acuerdo económico por más que la cifra acordada fuera irrisoria. Se me ocurrió entonces proponer una solución mediada: le sugerí al abogado que consultara si existía la posibilidad de que el actor hiciera un descargo y pidiera disculpas al dueño de la empresa.
Luego de ello, frente a la respuesta del dueño de la compañía de que aceptaría las disculpas, tuve que convencer al actor de realizar el pedido de disculpas, para evitar judicializar la causa; algo que carecía de sentido.
Finalmente, logramos llegar un acuerdo, en el que el actor presentó formalmente el pedido de disculpas y se le abonaron los honorarios acordados.
Esta experiencia marcó mi camino y me terminó de convencer de que la mediación es una potente herramienta.
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