Septiembre 2017
“Los arbitrajes aseguran que el tratamiento va a ser más equitativo”

Nos acercamos al Estudio Pozo Gowland para conversar con los Dres. Héctor M. Pozo Gowland y Ramón Zubiaurre a sus socios y conocer su visión del arbitraje.
Medyar: ¿Cómo iniciaron su camino en el arbitraje y qué los llevó a convertirse en socios del Centro?
H.P.G.: El estudio está enfocado a temas de empresas energía e infraestructura. En los últimos cinco o seis años hemos tenido varias experiencias en temas de arbitraje, llevándolos como abogados de parte y en algunos casos también actuando como testigos expertos en materia derecho en temas regulatorios y derecho administrativo. Sucede que, en la resolución de conflictos de las empresas con el Estado -incluso en proyectos de infraestructura de energía-, ir a Tribunales es costoso y se extiende en el tiempo. Desde nuestra experiencia, los arbitrajes son un poco más acotados en el tiempo y dan seguridad en cuanto a que el tratamiento va a ser más equitativo.
R.Z.: Una ventaja que le vemos al arbitraje, es que cuando existe la posibilidad de formar los tribunales arbitrales con árbitros seleccionados por las partes con un tercero que actué como presidente, este hecho representa una garantía de mayor conocimiento del tema. Muchas veces, el someter una decisión al poder judicial es una suerte de lotería en tanto no es posible saber el nivel de conocimiento que puede tener el juez, especialmente en temas tan puntuales como son la energía e infraestructura. Por otra parte, los arbitrajes también introducen la figura de testigo experto, que posee un gran valor y que no es habitual en el ámbito judicial.
Medyar: ¿Consideran que todos los conflictos pueden ser resueltos a través del arbitraje?
R.Z.: En líneas generales, cuando se presenta un conflicto que requiere cierta especialidad y en el cual el monto involucrado es significativo, conviene. Uno de los aspectos a tener en cuenta es el costo del arbitraje. En ciertos tribunales arbitrales se justifica someter el conflicto, sólo si el impacto económico es importante, en tanto en estos casos los costos se diluyen. Cuando esto no ocurre puede que concurrir a tribunales institucionales sea una alternativa, aunque no sea quizás las más conveniente. Lo mejor sería concurrir a arbitraje ah doc, pero ahí hay que luchar con una cuestión cultural de la otra parte…
Medyar: Esta lucha cultural, ¿se da dentro de la comunidad de abogados o es a nivel empresarial?
H.P.G.: La cuestión es compleja porque suele haber muchos intereses en juego. Por ejemplo, ahora estamos trabajando en un conflicto entre dos empresas privadas vinculadas al desarrollo inmobiliario por problemas que existieron en la discusión de los contratos. Lo lógico sería recurrir al arbitraje para resolver rápidamente la controversia, pero la otra parte no ha querido ya que parte de su estrategia es alargar el conflicto. En mi opinión, cuando las partes quieren solucionar sus conflictos de forma razonable y lo más pronto posible, la mejor opción es el arbitraje. Nosotros siempre decimos que los jueces en lo contencioso y administrativo en materia de servicios públicos, deberían saber de telecomunicaciones, de luz, de agua, es fin, conocer en profundidad muchos temas. Esto, en la práctica, no ocurre. En cambio, si se elige un árbitro, con experiencia en energía, está garantizado que vamos a hablar el mismo idioma. Lo mismo ocurre en el ámbito de las pericias: en los procesos alternativa de resolución de conflictos, los peritajes presentados son confeccionados por especialistas, cosa que no siempre ocurre con los peritos de lista.
R.Z.: Adhiriendo a lo que menciona Héctor, recuerdo un caso de un conflicto vinculado a una central de generación de energía termoeléctrica, que el que se designó a un perito electromecánico que nada sabía sobre centrales termoeléctricas, sino que era especialista en reparación de ascensores.
Medyar: ¿Cómo ven a la Argentina en cuanto a la normativa vigente? ¿Qué desafíos tenemos?
H.P.G.: Normativamente se está tratando de avanzar, pero más allá de esto, aunque tengamos las normas más claras, si la mentalidad de las personas no cambia no se va a poder avanzar. Creo que en el Estado hay una renovación de las autoridades con una mentalidad de mayor eficiencia, pero hay una estructura debajo que es muy difícil de mover. No obstante, debemos destacar la reciente sanción de la Ley de Participación Público-Privada que ha constituido un gran avance en la materia.
R.Z.: Yo creo que un avance muy importante ha sido la regulación en el Código Civil y Comercial, si bien no está libre de críticas. Es sabido que el nuevo Código, ha dejado la puerta abierta en tanto establece que no se admite la renuncia para ningún tipo de laudo que al dictarse viole el ordenamiento jurídico. Si bien considero que esta redacción ha sido desafortunada, también creo que jurisprudencialmente se puede ir corrigiendo. No obstante, debemos trabajar sobre otro gran tema, que es el hecho de que existen jueces a quienes no les gusta demasiado el arbitraje y hay que ver si jurisprudencialmente se logra encausar con una interpretación más restrictiva, para que la justicia actué como una instancia revisora.
Medyar: ¿Cómo creen que pueden solucionarse este tipo de problemas?
H.P.G.: Entiendo que se van a solucionar en la medida que se adquiera experiencia, que haya arbitrajes que sean provechosos. Creo que, si una parte tiene un conflicto y en un arbitraje se resuelve de forma razonable y satisfactoria en cuanto a la decisión, el tiempo y los costos, la experiencia personal es el mejor impulso para continuar con la misma práctica.
Nosotros hemos llegado al arbitraje positivamente, porque lo hemos visto en el ejercicio de la profesión, en los casos que hemos tenido y por la desilusión que nos genera a veces la actividad judicial que es muy desgastante, en tanto lleva mucho tiempo y uno debe enfrentarse a situaciones que son injustas y no tienen lógica.
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