Agosto 2018
“Para formar mediadores hay que enseñar desde lo emocional y lo racional a la vez”

El abogado y mediador Emilio Caniffi, nos cuenta cómo logró introducir su conocimiento en la ontología del lenguaje y el coaching en la formación de mediadores, destacando la diferencia entre la abogacía y la mediación: “Los abogados estamos formados para actuar como soldados de coraza y lanza, para ir al frente a matar o morir. En la mediación nos ponemos en los zapatos de las personas y tratamos de buscar una solución que sea beneficiosa para las ambas partes”.
Medyar: Como docente, ¿Qué crees que hace a un buen mediador?
E.C: Ser un buen observador, no solo de las personas sino de su contexto. A veces las partes vienen acá con una buena o mala disposición, producto del conflicto que tuvieron y poder observar y entender qué tan afectados están ellos o su entorno hace que el mediador actúe rápidamente y genere cierta empatía, logrando que esa persona se libere de toda presión.
Medyar: ¿Qué conexión tiene la ontología del lenguaje con la mediación?
E.C: Los seres humanos, somos capaces de lo mejor y lo peor; y cuando estamos en una situación de conflicto actuamos en un margen de lo esperado. Por lo tanto, el saber de otras ciencias en nuestra profesión nos permite conocer más rápido a las personas a partir de que lo dicen con su lenguaje corporal, gestual y tonal. Eso nos ayuda a estar preparados para contenerlos de alguna manera en caso de que sea necesario.
Medyar: ¿Qué crees que se debe hacer para evitar la violencia en una mediación?
E.C: Lo primero es ganar cierta confianza con ambas partes. Si te tienen confianza en los primeros minutos viene el respeto a esa confianza que les inspiraste y te reconocen como autoridad. Después tenés que lograr que las partes hablen, de forma tal que logren hacer una valoración positiva del otro. Si una o las dos partes están muy cerradas a estas posibilidades, puede que estén asustados o conteniendo bronca. En estos casos, opto por ir a una sala privada a conversar unos minutos.
Medyar: ¿Has pasado por mediaciones complicadas?
E.C: No te digo que las conozco todas, pero he vivido un montón de situaciones. En las mediaciones familiares los conflictos son bastantes similares y te das cuenta que todavía queda algún sentimiento entre las partes. Sin embargo, también hay mucha bronca, que hace que se digan cosas muy hirientes. Todo esto te da mucha pena y como mediador a veces te enoja; pero si hay algo que no debemos hacer es identificarnos. Por el contrario, tenemos que usar nuestra neutralidad para frenar esa situación.
Medyar: ¿Cómo crees qué ha cambiado el origen de la mediación hasta hoy?
E.C: Los cambios culturales influyeron bastante, ayudaron a la mediación a ampliar su espectro dándole el lugar en situaciones que antes no estaban previstas. Con la tecnología surgieron nuevos conflictos, pero también se pudieron resolver otros. Asimismo, aparecieron las mediaciones intraempresariales que antes no existían, nacieron las uniones civiles que no son matrimonio y la modificación del Código Civil y Comercial trajo también algunas figuras nuevas.
Medyar: ¿Qué desafíos afronta hoy la mediación en la Argentina?
E.C: En principio adaptarnos a cualquier cambio social y cultural que se presente. Sin duda pueden llegar a surgir nuevos métodos de resolución de conflicto y debemos estar preparados. En un nivel más específico, creo que falta desarrollar más la mediación empresarial e intraempresarial. Es necesario que las empresas confíen en nosotros para resolver los conflictos no solo con sus clientes sino también con sus empleados.
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