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  ENTEVISTA

 


Octubre 2019
“Nuestra idea no es ganar terreno sino complementar el ya existente y mejorarlo aportando diversidad”

Nos acercamos a Verónica Sandler,una de las fundadoras de Women Way in Arbitration para conocer cómo surgió la iniciativa de conformar una organización internacional de arbitraje que representa a las mujeres protagonistas del arbitraje. La especialista habla además sobre su trayectoria y su experiencia como mujer en un ambiente donde predomina el género masculino.

Medyar: ¿Cómo surge la iniciativa de Women Way in Arbitration?

V.S.:Si bien en los últimos años, el rol de la mujer cambió y podemos decir que ha florecido tanto en el arbitraje como en otros campos del derecho,sentía que todavía era poca la proporción y que existía una falta de estímulo para la incorporación de nuevas representantes en este ámbito. Esto que empezó como una preocupación personal, se fue tornando poco a poco en algo colectivo.

En mi práctica profesional en los últimos años, ya sea en congresos o seminarios, me topé con muchas mujeres que planteaban esta falta de participación en el mundo del arbitraje. Todas coincidíamos que el porcentaje de mujeres era muy bajo o inexistente.

Así fue que, hace dos años, nos reunimos con un grupo de abogadas en la Conferencia Anual Internacional de la International Chamber of Commerce (ICC), que se realizó en Miami y planteamos formalmente estas inquietudes.Éste resultó ser el puntapié inicial para que desde Buenos Aires nos pusiéramos a trabajar y junto a María Inés Corrá y Sandra González fuimos delineando lo que luego se transformó en WWA Latam.

Medyar: Transcurridos algunos meses de su lanzamiento, ¿cuál es la agenda de WWA para los meses venideros?

V.S.:Nuestro objetivo próximo es claro: tratar de posicionar a WWA dentro del mercado arbitral. Nos interesa que cada vez más personas conozcan la institución y se puedan acercar a ella. Es por esto que planeamos hacer lanzamientos espejos, es decir, tratar de replicar lo que sucedió durante el mes de mayo en Buenos Aires, en el resto de continente. Además, tenemos la suerte de que varias de las integrantes del comité ejecutivo lograron en sus distintas áreas de práctica encontrar los recursos para realizar dichos lanzamientos. Con lo cual, la idea es que de acá a fin de año potenciemos el lanzamiento de nuestra organización en diversos países del continente.

Medyar: Más allá de la agenda institucional,¿qué objetivos se proponen en el ámbito arbitral?

V.S.:La idea base tiene que ver con promover la diversidad y generar nuevas oportunidades. A partir de allí, creemos que hay un trabajo puntual para hacer, que tiene que ver con la idea de que somos distintas. No se trata de que la mujer reemplace al hombre, sino que complemente y ayude en el arbitraje. En ocasiones se cuestiona el arbitraje, su eficiencia, el sistema, pero consideramos que la visión femenina y su impronta puede complementar estas fallas o tensiones que se dan habitualmente. Con lo cual nuestra idea no es ganar terreno sino complementar el terreno ya existente y mejorarlo aportando diversidad y conexión.

Medyar: Hablabas de las diferencias entre mujeres y hombres, ¿cómo es ser mujer-árbitro en un ámbito donde predomina la presencia masculina?

V.S.:Me acuerdo que cuando empecé la carrera de abogacía en la UBA, quería ser penalista. En segundo o tercer año, todos los profesores que tenía me decían “no, penal no es para mujeres, ¿por qué no te inclinás a familia?”.Dejando afuera la discusión si penal es o no para mujeres, lo que quiero significar es que es común como mujer encontrarte conciertos prejuicios que te limitan o no te incentivan e explorar otros caminos, en los que podrías ser muy buena. En mi experiencia, tuve ocasiones en las que, no sé si me sentí discriminada directamente, pero sí me sugerían o recomendaban que no me dedicara a ciertos temas. Creo que debemos identificar y trabajar estos prejuicios para lograr transformarlos.

En lo personal, tengo una mirada distinta. Creo que la mujer, por sus características, puede hacer una lectura más profunda e ir más allá de lo que las partes manifestaron. Tiene un olfato muy interesante en la lectura del conflicto. Luego considero que cada una aporta una mirada diferente ya sea como árbitro, al plantear nuevas ideas o propuestas, o como abogada permitiendo llegar de otra forma a los árbitros con los alegatos o los interrogatorios. Además, desde el punto de vista del cliente, es él el que pide la diversidad y ahí puedo ver que también son ellos los que ven este plus que te menciono.

En definitiva, creo que la mirada femenina tiene mucho que aportar y complementar en el arbitraje, y otros ámbitos, por supuesto.