Noviembre 2019
“Toda la región tiene regímenes de arbitraje modernos”

El Dr. Leandro Caputo, socio fundador de LC Abogados, responde qué lo llevó abrir su propio estudio y analiza la actualidad del arbitraje a nivel local e internacional.
Centro Empresarial:Transcurridos 30 años de ejercer como abogado tanto en el ámbito público como privado en estudios de primera línea, ¿por qué abrir tu propio estudio?
L.C.:Mi carrera la inicié en la justicia nacional en lo comercial, luego trabajé en el estudio M & M Bomchil por más de 10 años y por último, trabajé en Bruchou, Fernández & Lombardi. En este último llegué a ser socio y liderar, en algunos casos y co- liderar, en otros, procesos de arbitraje. Sin embargo, sentía que necesitaba de más libertad. Especialmente para poder decidir hacia dónde y cómo enfocar mi carrera. Eso fue lo que me impulsó y es lo que más valoro hoy en día.
Centro Empresarial: ¿Cómo es tu práctica profesional actualmente?
L.C.: Actualmente además de conducir mi estudio, mi desarrollo profesional está centrado en la formación y la capacitación permanente. Quizás en otro momento no pude hacerlo, y hoy que tengo la libertad de elegir, decidí realizar cursos en el extranjero, que me permitan orientar mi carrera como árbitro.
En los últimos meses, realicé el ICC Masterclass for Arbitrator en San Pablo y el curso de CIARB, en Columbia. Además tomé los cursos de arbitraje que brinda la Universidad Católica de Perú. Son tres, hace unos meses terminé el segundo y ahora estoy arrancando el tercero. Por otro lado, soy miembro del ICC Institute.
También estoy trabajando en la nulidad de un laudo y tuve algunas propuestas para oficiar como árbitro.
Centro Empresarial:Contanos acerca de tu experiencia como árbitro…
L.C.:En mi carrera participé de numerosos casos tanto a nivel doméstico como internacional. Muchos en el Centro Empresarial, en la Bolsa de Comercio, en la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales y muchos ad hoc.
En cuanto a la experiencia vivida, puedo decir que en este trayecto me encontrado con muchas cosas. Aunque suene raro, hay muchas empresas que pactan una cláusula arbitral sin entender qué es el arbitraje. Este tipo de cosas implican un trabajo muy duro, porque además del desarrollo normal del árbitro debemos incluir algo de pedagogía, para ayudar a comprender a las partes de qué se trata esto.
Además es muy común toparse con personas que eligen la sede arbitral, sin saber bien qué están haciendo. Me ha pasado de preguntar alguna vez, el motivo de la elección de dicha sede, y la respuesta fue “porque se me ocurrió”.
Por último, creo que al acercarnos al arbitraje doméstico, en algunos casos aún prevalece la visión procesalista local y esto no permite aprovechar toda la riqueza que la flexibilidad de estos procesos ofrece.
Centro Empresarial:¿Cómo se ve o traduce esa visión procesalista?
L.C.:Se puede ver en cómo se hace la prueba o cómo y cuándo se presentan los escritos o cuál es su tenor. Me parece que en materia de arbitraje no se está aprovechando la facultad que tienen las partes de poder hacer un procedimiento ad hoc para el caso concreto. Muchas veces lo que se hace es reposar sobre los reglamentos. Sin embargo, éstos prevén un único tipo de procedimiento estándar cuando una de las ventajas de esto, es poder adaptarlo a lo que las partes necesitan y en eso veo poco esfuerzo.
Centro Empresarial:¿Cómo ves el panorama del arbitraje internacional, luego de la sanción de Ley Internacional de Arbitraje?
L.C.:En principio es muy bueno que tanto Argentina como Uruguay hayan sancionado a la par sus leyes internacionales. Además, es positivo que toda la región, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil-asumo que Paraguay y no sé Bolivia-, tengan regímenes de arbitraje relativamente modernos y que acepten principios internacionales de buena manera.
De la ley argentina, en la que formé parte de la comisión redactora, fue muy interesante e inteligente, haber convocado a camaristas. Esto significó darles a los jueces opinión en la redacción de la ley, e implicó que se adoptaran ciertas decisiones o recomendaciones que fueron aceptadas, porque en definitiva son ellos los que el día de mañana van a aplicar la ley.
Es importante destacar, que la ley es muy reciente y coincide con una época de la economía que tiene dificultades, con lo cual sin un enorme flujo de inversiones, tampoco hay un enorme flujo de arbitrajes. Pero creo que es una ley que no sólo va a facilitar el arbitraje en Argentina, sino que va a propiciar que el país sea elegido como sede y eso es muy positivo.
Por otra parte, tenemos el caso de los contratos de energía. Fue un avance muy importante el hecho de haber podido pactar arbitraje y que haya sido con un reglamento universalmente aceptado, como UNCITRAL y el hecho de haber podido fijar la sede en el exterior, sin tener que pedir autorización al congreso.
Centro Empresarial:¿Cómo evaluás el panorama a nivel doméstico?
L.C.:Si bien hay muchos casos, creo falta dar un paso para alcanzar mayor flexibilidad en los procesos. Y lo cierto es que esto depende más de cada tribunal arbitral y de cada una de las partes.
Lo que más destaco es la jurisprudencia de la cámara comercial de los últimos años. Fue muy positiva en materia de arbitraje, dándole un buen respaldo y siguiendo criterios aceptados internacionalmente. Se validaron los laudos, pero también se logró validar un tribunal arbitral trunco.
Centro Empresarial:¿Recordás cómo fue el caso?
L.C.:Recuerdo un caso donde uno de los árbitros fallece el día antes de la firma del laudo y los otros dos integrantes no están de acuerdo con que se continúe con el proceso. Esto hizo que el laudo se firme sólo con la firma del presidente del tribunal. Y terminó siendo válido, porque las partes habían pactado un reglamento que prevé esa solución y al hacerlo ese reglamento está incorporado en el contrato. Y si bien la parte que perdió, impugnó el laudo por este hecho, la Sala B lo convalidó, porque ratificó que las partes definir un reglamento, lo elegían como la norma que iba a regular el arbitraje y eso me parece importante.
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